Entradas populares

Recapitulando

23/5/2014

Recapitulemos...

Dónde me quedé?

Recapitulando y retomando mi vida desde donde la dejé.
Cómo seria eso me pregunté muchas veces....pues lo dejé todo para darme cuenta de la verdadera realidad y también de lo que vale realmente la alegría.
Muchas personas durante todo éste viaje me han dicho que veían en mi mucho coraje, por dejarlo todo y arriesgarme, a muchos les gustaría tener ese instinto al parecer. Yo pienso que cada uno tiene diferentes caracteristicas, nadie es perfecto y todos estamos acá aprendiendo, por lo menos eso es lo que hago y lo trato de transmitir.
El destino de cada uno es algo que se construye, no es algo que esta escrito. Pienso eso porque existe el libre albedrío donde hay diferentes posibilidades que a uno se le presentan y el poder de elegir es un acto personal y las consecuencias de lo que eso trae es a partir de lo que uno elegió. Obviamente nos toca elegir dentro del abanico de posibilidades que nosotros mismos vamos creando. Las cosas surgen y empiezan a fluir cuando estamos preparados y no cuando pretendemos que sucedan.

No es la primera vez que regreso a Buenos Aires a mitad de año, y todo se va dando rápido, pienso y siento que es mi mejor regreso. Incluso si algo no salió como esperaba, es gracias a esto que nunca estuve tan segura de lo que quiero para mi vida como hoy. Cuando algo no funciona, siempre se puede empezar de cero y reconstruirse a uno mismo puede ser el mejor proceso jamás vivido. Digo ésto porque lo estoy haciendo y además porque sé  muy bien lo que estoy vibrando.
Los que me conocen hace años ya saben que cuando comienzo soy una locomotora, pero cuando paro, paro todo. Pienso, descanso, como Forrest Gump cuando para de correr. Eso fue Costa Rica, parar, ver la realidad, regenerarme y empezar el camino para volver a re-encontrarme, desde otro lugar. Me había perdido un poco, asi como dejé de escribir en el blog también deje de ser un poco yo.
Ahora medito mucho y cuando medito me desenchufo, eso hace que me escuche mas. Cuanto mas ruido hay afuera es cuando mas se debe meditar. Esto es hoy, aqui y ahora.
Todo éste recorrido que me trajo de nuevo Buenos Aires hizo que reconociera de donde vengo otra vez...que siguiera mi corazón, yo no tengo miedo a seguir lo que siento, siempre descubro algo nuevo y sobre todo, siempre me reinvento a mi misma.
El proceso de reconstrucción para volver a armar todo el rompezabezas de Selva es una tarea que va tomando forma. Yo elegí romper ciertas estructuras, quizas porque internamente sabía que me iba a traer de nuevo a donde nunca debí irme, ahora comprendo que fue para volver de nuevo a un estado interno mío, no a un país. No importa donde estes, lo que importa es como estas, porque el país puede cambiar y lo de adentro es otra cosa..
Cuándo viví en India aprendí que todo pasa por algo. Cuándo algo no funciona, no funciona. No podemos hacer que las cosas caminen intentando que el otro despierte, haciendo que el otro se dé cuenta de que estamos ahí...no, paren, no es asi. Uno no puede hacer el trabajo por la otra persona, es el karma del otro. Punto.

Mientras todo ésto sucedía yo pensaba otras cosas que me habían pasado, otros momentos que me costaron bastante, pensaba en India también, en mi clases, en los alumnos que vienen a mi clase, quienes regresan y quienes avanzan. Mientras pensaba en ésto me vino a la mente algo: Qué es lo que sucede cuándo asisto a alguien que es principiante en mi clase?  A veces esa persona en ese momento no sabe cuál es su hombro derecho, no registra quizas dónde esta su cadera, en una torsión hacía la derecha el alumno gira en cambio hacía la izquierda...digo esto como ejemplo básico, suele suceder bastante al principio...el alumno hasta que no lo ayudo varias veces en el asana (postura) no se da cuenta, lo va procesando de a poco, hay gente que viene por muchos años y un día me dice ...ahora entendí todo, y es cuando esa persona entró completamente en la postura, en la Vinyasa.
Entonces siento que yo no enseño para que los alumnos me necesiten, yo enseño para que sean libres, para que ellos mismos descubran las asanas, sus profundidades, sus dolencias, sus dias de luna...yo enseño para que mis alumnos avancen pero que no me necesiten. Quizas por eso cuando regreso a Argentina, ellos regresan con esa libertad de poder volver cuándo quieran, cuando lo sientan.
Retomando el primer concepto, en la vida no soy profesora de Yoga solamente, soy un ser humano y sé que no puedo cambiar a nadie. Puedo ayudar, hacer todo lo posible, lo que este a mi alcance para transformar, pero no forzar la situación. Uno puede ayudar mucho a alguien en la vida, pero no por eso podemos pretender ver resultados en el momento o que los demás nos ayuden como devolución de nuestro esfuerzo.
Aprendí varias cosas en éstos cinco meses. En la vida, a veces lo que das no lo recibis de vuelta y es porque en realidad no debes esperar nada a cambio. Entonces comprendí que puedo ayudar, cuidar y luego tengo que soltar...
Una alumna y amiga me dijo que a veces la vida no nos la oportunidad de enmendar los errores con la misma persona y ésto es una gran verdad. Me costó mucho asimilarlo, hasta que lo acepté. Aceptación y sobre todo compasión para conmigo y también con los demás. Y la rueda sigue, todo sigue girando.
En mis clases también todo sigue girando, pero claramente desde otro lugar. Tengo la capacidad de poder transformar lo que me pasa y regalarlo como enseñanza para otros, no sé si es algo que la gente escucha, creo que es algo mas...creo que se siente. Honestamente registro demasiadas cosas arriba de mi colchoneta, como para no compartirlas. La mayoria de las veces actuo en la vida como arriba del mat, poner los pies por primera vez sobre la esterilla de Yoga fue el primer proceso de transformación que sentí que me iba a cambiar la vida para siempre. Y nunca volví a ser la misma.


Mi experiencia en Costa Rica fue riquísima, fue un gran mat, muy largo...donde di saltos por paisajes increíbles y luego volví a posar mis dos pies sobre la arena, sobre la tierra. Aprendí mucho de mi misma y conocí gente maravillosa.
Recorri la Selva (no voy a hacer ningún paralelismo con mi nombre, creo que es muy obvio), playas, di clases de Yoga, vi atardeceres increibles y conocí gente que ví antes en otra vida. Fue muy enriquecedor. 
Quiero agradecer infinitamente a todas las personas que conocí, a las que me abrieron su corazón, me dijeron certezas, me abrieron las puertas de su casa, a los que me escucharon y también a los que me dieron ride... Gracias a Ligia, Claudia Gallo, Mela, Noelia K, Kacey, Mila, Christine,Techi, Carol S, Laura Camacho, Vivian V, Saúl, Lucía, Sofia, Ceci F, Fio, Kirsten, Andrea N, Javier, Doña Gretel, Dora, Boby, gracias al grupo de Yoga en la casa de Pitti y muchas gracias a Diego B y Mariola. También agradezco la empatía de toda mi gente desde Argentina. Fue muy lindo leer los mensajes desde lejos y algunos me sorprendieron tanto que me trajeron de vuelta, muchas gracias especialmente a Mariana y Marcos (más adelante habrá un capitulo donde profundizaré mas sobre mi vuelta a Argentina y sus intervenciones...)

Uno se va construyendo todo el tiempo, asi como vamos mutando, vamos también creciendo.
En el amor pasa algo parecido. A veces cuando no funciona nos enojamos, cuando las cosas no salen como queremos nos enojamos con nosotros mismos y con el otro. Ésto me hizo recordar lo que sentí cuando me estanque en una postura mientras vivía en India. Fue un gran aprendisaje y para aprender me tuve que caer. Mi profesor se reía  y me decia que tenía que seguir intentándolo, pero era tremendamente agotador para mi, hubo días que hasta lloraba porque me dolían demasiado los hombros. Yo quería hacer bien esa postura, llegar a la profundidad...sostenerla, pero la realidad es que no me salia...no me salía porque además tenia miedo de caerme, era algo nuevo para mi y lo que me hacía llorar no eran los hombros, era el miedo, aunque en ese momento no lo comprendía.
Mi Maestro me obligo a caerme, yo me resistía, me decía a mi misma que no podía, no entendía muy bien que pretendía hacer él conmigo y un día me dijo: "Mariana basta, sino hacés lo que te digo no vas a avanzar. Antes de sostenerte tenés que aprender a caer y luego ya no vas a tener miedo" Esta frase se quedó dos días en mi cabeza, yo pensaba pensaba...me daba un miedo terrible lastimarme, le tenía miedo al dolor, pero la realidad es que lo sentía como un gran desafio y quería hacerlo, quería vencer el miedo, intentarlo y que no importase si me salía bien o no.
Y me tiré, me caí. No solo me caí una vez, me caí mas o menos unas treinta veces, no me pasó nada mas que hacer mucho ruido con mis pies en el suelo... pasaron un par de semanas mas y un día de esos me sostuve. Me quedé haciendo equilibrio mientras mis hombros temblaban, yo respiraba...le decía a mi mente que no se olvidara de respirar, que por favor me tenía que seguir sosteniendo por mi misma. Mi Maestro se acerco e hizo que me quede en Pincha Mayurasana unas veinte respiraciones, a todo ésto yo ya venía haciendo éste asana varias veces y asi y todo él insitió en que me quedará ahi respirando, mientras hacía el conteo yo sudaba, mis hombros ardian, me temblada hasta el dedo meñique del pie y me decía por dentro: "Por qué este momento no pasa mas rápido?...Que pase, que pase ya...por qué cuenta tan lento, que vaya más rápido"...Finalmente no sólo  pude sostener la postura veinte respiraciones sino que además pude bajar y hacer karandarvasana sola...que eso ya era mas de lo que pretendía hacer por mi misma. Estaba sorprendida. No me volví a caer nunca mas, todo lo demás llegó solo.
A veces hay posturas en las que estamos estancados y tenemos que soltarlas, asi las asimilamos desde otro lugar, en la vida pasa lo mismo. No fracasas porque te caes, fracasas sino te levantas y seguis adelante. El éxito es algo que uno va creando, no algo que te va a pasar como un milagro. Te podés caer millones de veces, pero ya vas a saber de memoria como levantarte. Eso se llama fortaleza, lo de quedarse siempre en el mismo lugar y no animarse es comodidad y pereza. Punto.

Cuándo empecé éste blog 3 años atrás, recibí varios mails de personas a las que les resultaba admirable la valentía, el coraje de una chica que sin saber Inglés se fue a vivir a la India. Elegi irme al país dónde estaba todo lo que amaba y amo desde la práctica de Yoga y su gente. Me prometí nunca mas abandonar éste camino y desde entonces busco en la vida, en mis experiencias tener algo mas profundo que un simple viaje, porque sino buscaria eso habría hecho un tour a la India y listo; cononocería nada mas un punto mas en el mapa. No. Para mi conocer es navegar por las venas de la gente que vive en un país, aprendiendo realmente como son. La India no es solamente el Taj Mahal, la India es otra cosa, mas profunda que una postal. La India es caos y luz a la vez, pero para esto hay que ir hasta allá, lamentablente leyendo y recorriendo las páginas de un libro nos quedamos solo con una parte, les aseguro que India tiene una experiencia para cada persona en particular. La India es como mi casa.
Cuando llegué por primera vez a ese país también me caí, tropecé pensando que por no saber bien Inglés no iba a aprender nada; sin embargo seguí adelante y saqué la mejor nota en el profesorado de Yoga, dí clases en mi escuela (lo cuál es bastante dificil ya que sólo dan clases los Indios y todos son hombres) tuve experiencias maravillosas y crecí muchisimo como persona además de como estudiante. También aprendí que ese coraje que tengo en mi corazón que es como un caballo que galopa y galopa, es común en todos nosotros, sólo es cuestión de escucharlo. Todos podemos avanzar si queremos hacerlo, lo importante es intentarlo. No me quedé nunca en mi zona cómoda y por todas éstas cosas siento que no solo India, sino que el mundo es un poco mi casa.
Alrededor de mi blog cuento experiencias que me marcaron y que construyen quien soy hoy. Soy esa chica que hace 15 años atrás quería ser profesora de Yoga y pretendía ser buena enseñandolo, la misma chica a la que su mamá le dijo que terminara la Universidad primero, que siendo profesora de Yoga no iba a tener éxito, la misma chica que se fue a vivir a India sin saber Inglés, la que se subió a un escenario en Copenhagen e hizo una audición junto a algunos integrantes del Cirque du Soleil, la chica que le preguntó a su Maestro si podia terminar la serie dos de Ashtanga en seis meses y él le dijo que no (pero lo hizo), la misma chica que se enamoró en India de un Yogi y él la fue a buscar loco de amor a Amsterdam, la chica que se jugó por un ex amor y no funcionó...y bueno es así, todo sigue su curso, todo sigue girando y girando, éste momento es un capitulo en mi blog y un capitulo más en mi vida también. Y asi en ésta rueda que gira existe el Karma, en donde todas tus acciones estan marcando tu abundancia, tu porvenir. Esa abundancia puede ser buena o mala, el karma es como un bumeran que te atraviesa en el medio del entrecejo. Todo vuelve, depende de lo que coseches, de lo que dás y de como actuás.

Un Domingo y de mucho calor en Mysore (India) me encontraba en mi casa leyendo y decidí ir a hacerles una visita a los monjes en el templo  budista, estaba libre y no tenía practica de Yoga ese día. Todos los monjes del templo estaban juntos creando un Mandala en una ceremonia. Para los que no estan familiarizadoscon éste término, un Mandala es una representacion simbólica espiritual dónde se puede observar el macrocosmos y el microcosmos, es utilizado en el budismo y también en el hinduismo. Los monjes estaban colocando color por color, parte por parte adornándolo con flores, algunos elementos y muchísimos colores. Era realmente bellisimo, cuando lo terminaron de crear todos nos quedamos en silencio  admirando esa obra de arte, esa creación. Los monjes sonrieron y luego de unos instantes le prendieron fuego y lo quemaron. Le pregunté a un monje que se encontraba al lado mío porqué lo habían destruído si era hermoso, no entendía porqué habían hecho todo el esfuerzo de crearlo, adornarlo, hacerlo bello para después destruirlo... Me respondió: "Porque asi aprendemos que nada es permanente Selva, todo se mueve y todo se transforma. El dolor no es permanente y la alegría tampoco. Aprendemos que todo es pasajero. Puede ser lindo, puede ser feo y a la vez es solo un momento. Luego ese instante pasa, se crea algo nuevo y así es infinitamente..."


Parece ser que ésta chica llamada Selva aprendió algo...aprendió que todo lo que le pasa lo crea ella misma, que las elecciones y los hábitos crean un destino, que todo recorrido tiene una recompensa y que todo camino debe tener corazón.
Selva ya no tiene miedo a caerse y se hizo más lúdica, porque sabe que en el fondo cuando se levante lo hará con mas fuerza que antes.

Uno es reflejo de sus acciones, no de lo que dice que hace. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario